LA BURBUJA INMOBILIARIA

La burbuja inmobiliaria empezó en 1997 y fue debido a la gran subida de los precios de las viviendas por el aumento de la demanda de compradores, pero fue en el año 2000 cuando el sector de la vivienda comienza a crecer desafortunadamente. Los precios subían un 17% anual lo que implicaba un elevado crecimiento en términos reales iniciando una media de unas 600.000 casas y siendo las grúas habituales del paisaje. Se había generado una burbuja de consecuencias inimaginables, una crisis de sobreendeudamiento desorbitado. Unos años después aquello era insostenible y la crisis financiera global contribuyó a que el ajuste fuera más violento y se ponía fin al milagro económico